Reflexión de Jueves Santo

Sócrates A. Campos Lemus

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Abril 17, 2014 12:18 hrs.

Sócrates A. Campos Lemus › diarioalmomento.com

Educación Nacional › México Ciudad de México


Creo que los días de la Semana Santa son para que reflexionemos, en verdad que hay cosas que nos sorprenden y nos llaman la atención, por ejemplo, en este Domingo de Ramos, el arzobispo de Oaxaca aparece en las fotos de los diarios, realizando la camina del Domingo de Ramos, cubierto por uno de sus asistentes que le lleva una sombrilla protegiéndole de los rayos de Sol, tal vez, para que el señor no se lastimara con los fuertes rayos solares del momento y yo me pregunto, si en aquellos tiempos, cuando Jesús llegaba a los lugares después de agotantes caminatas, también se le protegía de tal forma, no, la verdad es que, ni al Papa Francisco, se le protege de tal manera. Creo que si vamos a reflexionar sobre la vida y la muerte, también debemos de reflexionar sobre lo que hacemos cada uno y las obras o acciones de cada quien, la verdad es que el señor arzobispo de Oaxaca, debería dar muestra de la entereza y sencillez con Jesús y dejar a un lado a los ayudantes que gentilmente cargan las sombrillas para que no se lastime su piel por los rayos solares… bueno, lo señalo de buena fe y de buen modo. A lo mejor les molesta a algunos que siempre andan metidos en los faldones de las sotanas para buscar protección y abrigo a sus pecados o a sus negocios, pero cuando nada debemos, tampoco, nada tememos… ni al Sol, que acaricia nuestros rostros.
La vida de Jesús nos muestra el ángulo del gran valor de la gente libre, de los que no se dejan manipular por las instituciones y las retan, porque saben que no cumplen ni con su misión ni con su visión. Sin duda alguna, Jesús, fue un verdadero revolucionario en su época, nos mostró que no es mejor someterse que sublevarse, por ello, rompía todos los acuerdos entre los romanos y los judíos en cuanto a su forma de controlar el templo y a las gentes; por ello, rompía las reglas y destruía los puestos y comercios que en el templo hacían los negocios y no respetaban la oración ni el silencio que se debe guardar para rendir homenaje al gran creador. Sabemos que sacerdotes y comerciantes siempre se han unido en sus negocios y protección y es, por esa razón, que el Papa Francisco, con una visión mucho más modernizada y humilde, se confronta contra los intereses del banco Vaticano y rompe con las ligas del grupo del poder en el Vaticano, y lucha, desesperadamente, por mostrar la humildad en su vida y en sus actos, de tal forma que deja pomposidad y lujos y retorna a la humildad y la sencillez, para darnos muestras de que la Iglesia debe estar al servicio de los débiles, de los pobres y no de los grandes grupos de poder, como vemos, se comportan, en otras zonas bajo su control.
SI DUDA ALGUNA, LA BATALLA DEL Papa Francisco, para mostrar el nuevo camino de la Iglesia y la necesidad de que esta se ocupe de los que menos tienen, de los pobres, que apoyen y les ayuden a salir de la miseria y de la marginación, no será ni sencilla ni fácil, en muchos lados, vemos a los sacerdotes estar al lado de los poderosos y ricos, protegiendo sus intereses, porque ellos son los que producen riquezas para algunos de ellos y para algo de la Iglesia; la fe y la devoción las dejan para que los pobres se llenen de penas y llantos en las misas y pidan los milagros de la vida, de una mejor vida, de una mejor justicia, de una mejor solidaridad de todos para con todos. En muchas historias nos dicen que debemos ser los últimos y no buscar ser los primeros, pero cuando vemos a muchos sacerdotes buscar la atención y los honores para mostrarse que valen mucho más que los demás, y recibir las limosnas que, en muchos casos, se llevan a sus bolsillos y no a las obras a favor de los pobres, sabemos que los esfuerzos del Papa Francisco son importantes para cambiar muchas deformaciones que la abundancia y las riquezas generan en los hombres. Sin duda, no tenemos por qué demandar que los sacerdotes vivan en la miseria y en la pobreza, no, creemos que al igual que todos nosotros, deben vivir en una buena calidad de vida, no de abundancia como vemos a algunos sacerdotes que son ricos y con sus familias generan mucha más riqueza, no tienen por que ser pobres, si con su esfuerzo lo ganan, pero hay muchos casos en donde se sabe que los sacerdotes no cumplen con los votos de pobreza ni de castidad y que, incluso, llegan a lastimar a niños y niñas por el resto de sus vidas y es cuando todos demandamos justicia y es la Iglesia la que nos debe poner la muestra, cuando nos habla de un mundo de fe, de esperanza, de confianza y de justicia, porque la justicia si es divina, no deja a nadie en la impunidad. Por ello, cuando llega la Semana Santa, me da por reflexionar y al pensar y analizar lo que vemos en la realidad en ocasiones nos aterrorizamos y nos horrorizamos porque sabemos que las cosas que nos enseño Jesús son diferentes a las que vemos se hace en algunos puntos y en algunas iglesias hoy en día y aplaudimos lo que hace el Papa Francisco, al enseñarnos que el camino es el de la humildad, la fe, la confianza y la solidaridad que salen del corazón., pues creo que cumplo con mi misión en la oración y en la meditación.

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