Los grandes mueren en abril

Armando Velasco Castrejón.

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Abril 17, 2014 22:15 hrs.

Armando Velasco Castrejón. › diarioalmomento.com

Cultura Nacional › México Ciudad de México


Hermanos y amigos:
Los grandes, grandes, de la literatura universal han muerto en abril, Cervantes, Shakespeare, Victor Hugo. Gabo. Nuestro Gabo, el más mexicano de los colombianos y el más universal de los latinoamericanos, se elevó como Bella al cielo, con un séquito de mariposas amarillas, al ritmo de un ballenato y con las notas del cielito lindo, de su México querido y los tríos cantándole las mañanitas y esos boleros entrañables que tanto disfrutaba.

Nuestro Gabo, el más entrañable de los escritores de nuestra Gran Patria Latinoamericana, nos ha dejado. Sus lectores, que somos legiones, hemos perdido como El Coronel, la esperanza de una carta que ahora, en nuestros próximos Cien Años de Soledad, estaremos esperando cada día, yendo al muelle a ver si entre el horizonte que apenas se vislumbra, podemos distinguir al General saliendo de su Laberinto, haciéndonos una señal desde su Macondo mágico.

Hoy Jueves Santo, Gabo nos deja como la triste Memoria de las Putas Tristes, entre la Hojarasca, buscando el amor perdido en Los Tiempos del Cólera, después de peregrinar al través de Doce Cuentos como La Crónica de una Muerte, largamente Anunciada.

Nuestro Gabo, va con su Perro de Ojos Azules sirviéndole de lazarillo, hacia el Otoño del Patriarca, con la compañía de la Cándida Eréndira y los dolientes que abandonan el entierro de la Mama Grande.

Adiós querido Gabo. Disfrutaremos tu gran legado leyendo y releyendo y redescubriendo en cada palabra, en cada página, en cada cuento, en cada crónica, en cada novela, la vieja sabiduría de nuestra sencilla gente que vive en las aldeas olvidadas de esta patria querida que empieza en el Bravo y termina en Patagonia.

Adiós Gabo te lo decimos quiénes sin conocerte en persona, te sentíamos y sentimos como uno de esos amigos a los que casi nunca vemos, pero que sabemos que están allí para recibir nuestras quejas, para darnos aliento al través de sus palabras y de esa eterna sonrisa que adornaba tu cara y traslucía tu bondad.

Adiós Gabo. No sólo despedimos al más grande representante del "Realismo Mágico" y del "Boom Latinoamericano", sino al hombre bueno, al extraordinario ser humano.

Saludos a todos y reciban mi dolido pésame por esta, nuestra irreparable pérdida.

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